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¿Conjuntivitis por Coronavirus?

Atención que esto podría importarles.

De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, el virus parece propagarse a través de pequeñas gotas respiratorias producidas cuando una persona infectada tose o estornuda.

Aunque también podría propagarse si la gente toca un objeto contaminado con el virus y a continuación se toca la boca, la nariz o los ojos.

Según explica el Dr. Ignasi Jürgens, director médico de ICR, algunos informes sugieren que el virus puede causar conjuntivitis y ser transmitido por contacto de aerosol con la conjuntiva.

Por ello, los pacientes que acudan al oftalmólogo por conjuntivitis y tengan síntomas respiratorios, además de haber viajado al extranjero, especialmente a zonas con brotes activos, podrían ser sospechosos de tener el virus.

¿Cuales serían las recomendaciones pertinentes?

La Academia Americana de Oftalmología ha hecho una serie de recomendaciones a los oftalmólogos para que actúen de forma rápida y eficiente.

Algunas de estas recomendaciones incluyen:

Comprobar si también tiene síntomas respiratorios.

Si a viajado o si tiene personas cercanas que hayan viajado recientemente.

Dispositivos electrónicos y la vista

¿Eres de los que pasa horas con los ojos pegados en el teléfono o en la pc?

En ese caso, presta mucha atención.

Una reciente investigación determinó que la luz azul desplegada por dispositivos digitales y también por el sol puede dañar severamente la retina y acelerar la ceguera.

El estudio se llevó a cabo por científicos de la Universidad de Toledo (Ohío, EE.UU), quienes asegura que el proceso de degeneración molecular relacionada con la edad y principal causa de ceguera puede ser causada también por la luz azul que emiten los aparatos electrónicos.

Ante esta situación y conociendo la situación actual donde la tecnología forma parte escencial de nuestras visas, queremos recomendarte:

Evitar el uso de celulares y tablets en la oscuridad, debido a que la exposición frente a la ausencia de claridad aumenta la sensibilidad de este órgano.

Descansar al menos cada 30 minutos si pasas más de 3 horas frente a un dispositivo electrónico.

Manten una distancia prudente de tu dispositivo, si tienes dificultades para leer cómodamente el texto, lo mejor es no acercarlo y sí aumentar el tamaño de la fuente para poder situarlo al mínimo recomendado de 35-40 cm.

El Coronavirus y tus lentes

El Coronavirus y tus lentes

Los últimos estudios sobre el coronavirus o Covid-19 señalan que el virus puede sobrevivir en el aire por tres horas en algunas superficies como acero inoxidable y plástico, por cuatro horas sobre cobre, y 24 horas sobre cartón. 

Por eso es vital reforzar la higiene personal para minimizar riesgos.

Aunque las gafas y lentes, pueden actuar como protectores de los ojos para evitar el contagio, si no se los limpia con frecuencia, podrían convertirse en una fuente de contaminación. Es fundamental que el proceso de higiene y esterilización lo realices de dos a tres veces por semana, así evitarás la acumulación de polvo, partículas y bacterias en dichos objetos. 

Una gota de jabón es suficiente para limpiar tus lentes

Humedece las lunas bajo el chorro de agua.

Coloca una gota de jabón líquido neutro en los dedos y con mucha sutileza, enjabone las lunas por ambos lados. Esto evitará que aparezcan rayones en los cristales.

Con un paño suave se debe secar los lentes para no rayarlos.

Enjuaga los lentes con agua. Verifica que no queden restos de jabón.

Seca los armazones y las lunas con un paño de microfibra, (es preferible que utilice el que te dimos cuando compraste tus monturas). Lo positivo de ese tipo de tela es que no dejan pelusa y tampoco rayan el cristal de la luna.

No hagas esto

Evita, al limpiar, el uso de sustancias químicas como el alcohol, porque pueden penetrar y dañar las capas de protección antirreflejo, UV y luz azul con las que cuentan las gafas y lentes. Solo usar agua y jabón.

Nunca limpies gafas o lentes con la corbata, la camisa, la chaqueta o cualquier otro elemento de tu vestimenta. Los lentes, así como la ropa, acumulan partículas microscópicas que pueden rayar la luna, mucho más si esta no ha sido humedecida previamente.

Tampoco soples la luna para luego limpiarla con cualquier tipo de tela, porque corres el riesgo de rayarla.